sábado, 20 de noviembre de 2010

Ocaso: un amor imposible, capitulo 7, regreso

hola aquí esta el séptimo capitulo de OCASO: un amor imposible, espero que les guste, dejen su comentarios. GRACIAS POR LEERLO.

Todos y cada uno de los personajes aquí mencionados son propiedad de STEPHENIE MEYER.

MÚSICA:

puedes escuchar esta música mientras lees el libro, en ese orden, te lo recomiendo.

Taylor Swift - The Way I Loved You
Taylor Swift - You Belong With Me


OCASO: un amor imposible
Escrito por: Magaly Fraga

CAPITULO 7
REGRESO


Cuando regresamos a casa, me reí al ver una gran fila de hombres, desesperados, parados en la entrada.

Me sentí un poco incomoda al ver el recibimiento que les daban a sus respectivas parejas, después de eso, nos ayudaron a bajar las cosas.

-¿Esto es todo lo que compraron? –nos preguntó papá, un poco sorprendido, al ver las cosas que teníamos en el auto.

-No –dijo mi tía Alice– lo demás lo traen mañana.

-Tanta moderación ya me había preocupado –le dijo mi tío Jasper, mientras de daba un beso en la coronilla.

-Bueno, voy a dejar mis cosas –les dije.

-Ve, en un momento te alcanzamos –me dijo mamá.

Al llegar a la cabaña, percibí el aroma de Jacob, aunque, tal vez mi mente me estaba jugando una mala pasada y mi necesidad de verlo se estuviera convirtiendo en obsesión.

Estaba lloviendo a cantaros, parecía que el cielo solo estaba esperando a que entrara a la cabaña para comenzar a llover.

Me fui directo a mi cuarto –sin ver nada más– entre a mi colosal closet y acomode lo que había comprado, por color y tamaño. Hice espacio para lo que faltaba, quitando y guardando en unas bolsas mis cosas de cuando era niña.

En un cajón más pequeño, guarde la joyería y me sorprendí al ver que aun tenía el regalo que Aro le había dado a mi madre.

Me demore acomodando todo, pero, solo porque no quería salir y echar a perder mi abrigo favorito.

Cuando salí de mi closet, para acomodar mis perfumes en el tocador, vi que mi ventana estaba entreabierta y me di cuenta de que entre los cojines de mi cama estaban escondidas 2 hermosas rosas blancas.

Ya sabía quién las había dejado, pero de todas formas las tome y las olí, para mí, Jake olía muy bien, pero para mí adorada familia, no era así.

Me dieron muchas ganas de ir a verlo, salí de mi cuarto para ir a decirle a mis padres que iba a visitar a Jake, pero, no fue necesario ir hasta la casa de mis abuelos ya que mis padres iban entrando con miles de bolsas en sus manos –afortunadamente habían esperado a que se pasara la lluvia para no mojar las cosas.

-Huele a perro mojado –dijo mi papá realmente enojado, al cruzar el umbral de la puerta.

-¿Jacob estuvo aquí? –me preguntó mamá al ver las rosas que tenía en la mano.

-No, ahorita no, solo dejo esto sobre mi cama.

Mi papá puso mala cara al imaginarse a Jacob en mi habitación, mientras que a mí, esa idea me resultaba de lo más fascinante.

Su ceño se profundizó más y en ese momento supe que otra vez había leído mis pensamientos, así que me puse roja como tomate.

-Me gustaría ir a visitarlo, ¿Puedo?

-Sí, pero no te tardes, ¿De acuerdo? –dijo mamá ya que mi padre se había quedado sin habla.

Me fui a cambiar a mi habitación y me puse algo más cómodo para correr, la verdad, se me hacia una exageración conducir hasta la Push, porque, corriendo llegaría más rápido.

Me puse un pants negro, una playera azul, mis tenis preferidos y me hice una coleta. En cuanto me despedí de mis padres, salí corriendo.

Me molestaba ensuciarme, pero, era inevitable, la terrible tormenta de hace unos minutos había dejado mucho lodo a su paso.

Se me hiso muy raro no encontrarme a ninguno de los lobos en el camino, tal vez estén en la casa de Emily asaltando la cocina –pensé.

Cuando llegue a la casa de Jake, las luces estaban encendidas –era un poco tarde– así que, me acerqué a la puerta. Me alegraba volver a verlo, quería contarle acerca de la gran noche de ayer, pero sobre todo, quería decirle lo mucho que lo había extrañado.

Por la emoción, no había percibido el efluvio humano que emanaba del interior de la cabaña, sabía que no era de Billy o Rachel, entonces ¿De quién era ese efluvio?

Toque la puerta, esperaba no ser inoportuna, pero, en el mismo instante en el que la puerta se abrió, me arrepentí de haber ido.

Nunca, ni en mi más loco y atolondrado pensamiento, me hubiera imaginado, con lo que me iba a encontrar.

...............espero que les haya gustado..............
tenia que escribir este capitulo (aunque es muy corto) porque de esta forma explicaría algunas cosas.